Un coche piloto para transportes especiales por carretera debe acompañar a vehículos de este tipo utilizando siempre la señal V-2 de una manera visible desde detrás y desde delante. Durante el servicio de escolta que realiza siempre debe ser posible la comunicación por radio y por teléfono entre el personal que lo conduce y el del transporte especial al que da soporte. De esta forma se garantiza la rapidez en una respuesta conjunta ante posibles imprevistos que puedan afectar al tránsito.

La distancia que debe mantener un coche piloto para transportes especiales por carretera varía en función de diferentes factores: las dimensiones del vehículo al que escolta, el tipo de vía por la que circulan y la velocidad a la que precisan circular. Así, cuando acompaña, por ejemplo, a un vehículo especial de más de 3 metros de ancho y 20,55 de largo, habrá de circular al menos a 50 metros por detrás de éste en autopistas y carreteras, y por delante en el resto de carreteras. Si el vehículo especial tiene que ir a una velocidad inferior a la mitad de la genérica que marca la vía, debe haber un coche piloto más por detrás al menos a 50 metros.